Todos cometemos errores a cada rato, y desde muy chico me acuerdo de un insistente y reiterativo yerro conceptual con el acto de promesa de lealtad a la Bandera Argentina por parte de alumnos de 4° grado de las escuelas primarias; cuando en el seno de las familias se decía "mi hijo, mi nieto, mi sobrino, etc, etc ya JURÓ o va a JURAR la Bandera". El punto en cuestión es tolerable si no pasa de ese ámbito, pero ya en 2013 algunos medios de prensa increíblemente y en sus títulos plasmaron que los niños "JURARON" lealtad a la Bandera. Cabe aclarar que los niños NO JURAN, sino que PROMETEN lealtad a la Bandera, ya que el Juramento de Lealtad a la enseña patria está reservado excusivamente para los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

A continuación, un párrafo del Diario La Gaceta de Tucumán con respecto al tema:

"La promesa de fidelidad que realizan los alumnos es una disposición reglamentaria del Consejo Nacional de Educación según resolución del 23 de enero de 1957, aunque registra un antecedente de 1909.
En 1949 se cambió la invocación "niños", que estaba instituída en la de 1909, por la de "alumnos"; y desde 1950 la expresión de "Sí, juro" fue sustituida por la de "Sí, prometo", más en concordancia con la edad del niño y la medida de su responsabilidad. Sin embargo, hasta hace unas décadas en muchos establecimientos los estudiantes juraban la Bandera. En la actualidad todos los alumnos hacen una promesa y también se modificó el gesto ante la insignia. Antes extendían el brazo derecho y ahora se llevan la mano al corazón.
"Quienes juran a la Bandera son los uniformados porque forman parte de la custodia de la enseña patria, que les exige que la defiendan en situaciones límite. En cambio, los alumnos pequeños deben prometer lealtad a la bandera porque es la responsabilidad que están en condiciones de asumir", explicó Patricia Ibazeta de Posse, directora de Ceremonial y Protocolo de la Provincia"

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