22 Octubre 2016

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Opinion

Por José Daniel Falcón (*)

 

En la actualidad podemos observar en distintos medios de prensa (diarios, portales digitales, televisión, etc.)  a través de  enunciados que nos impactan en lo concerniente a la violencia en distintas circunstancias,  delictuosas: “Matan salvajemente a una mujer en su casa…”  “Maniataron y amordazaron a una anciana en asalto…”, en conflictos sociales: “Castelli padeció graves choques entre piqueteros criollos y aborígenes con la policía…”, reclamos:  “Familiares de internos advierten …habrá un motín más sangriento…”, e inclusive las agresiones de carácter verbal de políticos, funcionarios ,  hasta gobernantes:  “…En el gobierno falta de autoridad por  eso vivimos en una absoluta anarquía…”, llegando a mayores extremos: “…Paranà: Vengadores anónimos enfrentan a delincuentes …“.  Sin el afán de imprimir culpas sectorizadas y tratando de consensuar una actitud reflexiva, debemos reconocer que el clima de irritabilidad parece invadirnos, a los que victimizan, a los que resultan víctimas, a los que actúan en los sucesos, a los que opinan, etc., como una epidemia que envuelve a la sociedad y torna un aire irrespirable en las relaciones mutuas.   Podemos desentrañar la consabida frase de la “pérdida de valores”, y en esto hay un valor moral por excelencia reconocido en todos los pueblos y culturas con una universalidad mayor que la de cualquier otro valor, es el de la justicia y su inobservancia en distintos órdenes, conlleva a las consecuencias expresadas.  La ruptura actual de los límites morales se está manifestando en la violencia urbana, en la desintegración moral, en la violencia escolar, como lo anuncian numerosas crónicas policiales y dramas cotidianos.  No obstante ello, hay  definiciones que rodean a la Seguridad, en estas,  una vez más, hay que recordar que, en las sociedades democráticas, la seguridad de los ciudadanos es un derecho constitucional y su garantía una de las principales responsabilidades del Estado y del Gobierno, situación que hace necesaria una permanente dedicación y adecuación a las  demandas y cambios requeridos por la propia sociedad, teniendo en cuenta además que, en la actualidad, se torna especialmente compleja para la Seguridad Ciudadana por los efectos negativos derivados del proceso de globalización. La Seguridad Pública, cuyo marco de referencia y desarrollo deriva, en general, de un mandato constitucional, y se desarrolla a través de las leyes y decretos que emanan del Estado, es en esta trama donde la conclusión obvia de cualquier habitante de una sociedad donde el imperio de la Ley se muestre como un orden de imposible cumplimiento, es que solamente el camino de la fuerza aparece como el método idóneo para defender sus intereses más elementales.  Se verifican incrementos de criminalidad, del temor ciudadano y  también en todos los niveles la percepción de impunidad y corrupción, lo que aumenta la sensación de inseguridad y genera una violencia interna que puede llegar a ser desplegada hacia los demás.

Podemos sumar que hoy tal vez vivimos en un estado de conmoción ante situaciones que se generan  con instituciones del Estado: a) La inseguridad también se construye cuando la ley no se percibe vigente, debido a la impunidad (se verifica ello en constantes relatos de investigaciones de corrupción, lavado de dinero, etc.), por estimarse justamente en una deducción violenta que “no va a pasar nada” sobre todo en los sectores vinculados al poder, o se puede llegar a dar lo que manifiestan algunos ciudadanos en relación a la puerta giratoria, de entrada y rápida salida; b)La calidad, efectividad y eficiencia de los servicios de justicia, parecieran no poder contener las exigencias del momento (sino, unicamente capaz de intervenir en delincuencia tradicional, pero no en casos de mayor complejidad,  causando ello una crítica  que denigra, y vilipendia a su sistema de justicia; c) En otro orden el cuerpo policial denota una limitada  capacidad, por lo que su enfrentamiento ante la criminalidad, no podrá darse solamente con su estructura (Recursos humanos y materiales), sino en actividades conjuntas con entidades gubernamentales, no gubernamentales y ciudadanía en general.

Es aquí donde se debería esgrimir  “Políticas de seguridad” que atiendan la posibilidad de

 

 

actuar y contrarrestar los efectos   de los puntos que hacen elevar la magnitud del problema, con precisiones claras pero a la vez imperativas que diluyan el marco referencial violento que hoy se sustenta en nuestra sociedad, de haberlas, verificarlas y optimizarlas ya que los vaivenes en la seguridad hacen que se extreme al máximo el dinamismo  en su construcción y por supuesto bajo la lupa de la realidad y la sinceridad de sus datos .

Se había esquematizado en otra nota periodística, que la construcción de las respuestas (Políticas) que debiera devenir estatalmente, se deben  centrar en dos etapas;

1º) Una que estipule planes y medidas de emergencia y contingencia, que provea la rapidez decisoria que se debe atender en cuestiones de seguridad, la que se debería determinar como de corto plazo (la necesidad de la sociedad lo hace urgente);

2º) Otra que instrumente la proyección estratégica, planteando la fijación de programas y proyectos, esta con una visión que contemple la evolución en largo plazo, con todos los actores: Institucionales, no gubernamentales, ciudadanía, (co-responsabilidad en la gestión) permitiendo en su trayecto, por supuesto, todos los requerimientos necesarios, como así modificaciones que puedan entrañar por la evaluación constante que exige la dinámica del Problema de seguridad.    

Me permito transcribir una frase que sintetiza lo enunciado precedentemente: “…La carencia  de un Plan que, en el Corto Plazo de respuesta favorable al ciudadano y en el Largo Plazo revierta la situación social reinante, obstaculizará directa o indirectamente la adecuada aplicación del Plan de Seguridad Pública…”.

La instrumentación y aplicación  apropiada seguramente, en su trayecto, proporcionará los factores que ayuden a la reducción  de la violencia hoy reinante  en nuestra sociedad.

 

Comisario Mayor ® Pol. Chaco  

Secretario CMSP –Saenz Peña-

- Contacto 0364-154601077-

 

Por José Daniel Falcón (*)

 

Ante las divergencias suscitadas después del suceso ocurrido en enero del presente año, en el Complejo Penitenciario (II), y en virtud a información receptada, como así interacción con familiares de empleados penitenciarios, me permito expresar algunas circunstancias cuya atención debe ser inminente, y su exigencia a las autoridades  responsables, requiriéndose una verificación y pronta solución en los diferentes ítems:

 

a)

En la actualidad las comunicaciones en el complejo carcelario, por parte de los internos, se produce a través de la existencia de teléfonos celulares, lo cual es inaceptable, en virtud a que dentro del establecimiento, sin ser conculcado el derecho a la comunicación,  debe estar regulado por aparatos telefónicos dispuestos y controlados por la administración penitenciaria, con ello se garantiza el derecho y a su vez se "identifica" los llamados al exterior a través de una operadora que indica que la misma proviene de una institución carcelaria, pudiéndose con ello evitar:

a.1.) Que se puedan digitar delitos desde el mismo interior de las cárceles;

a.2.) Que se comuniquen de celda a celda cuando hay una actividad operativa interna (requisas u otras), o derivarse en situaciones "encubiertas" o de conmoción general;

a.3.) Que se realicen "llamadas intimidatorias" o "maliciosas falaces" no identificables a autoridades, personal penitenciario o personas del exterior;

 

b)

En lo referente a estructura, son varias las apreciaciones que se han estimado:

b.1.)Tejido perimetral que actualmente pudiera "parecer" óptimo para colonias                       penales (donde se encuentran reos con buena conducta o con más de la mitad de condena cumplida), pero no para nuestro complejo cuya realidad es distinta y sus niveles de seguridad deben ser incrementados; (alternativa: Otra clase de tejido, o muro);

b.2.) Proporcionar a las torres exteriores de vigilancia de "reflectores" –giratorios-, con luces envolventes, para una guardia práctica y útil tanto hacia el interior como exterior;

b.3.) Se han demarcado puertas de celadurías sin las cadenas de seguridad, indispensables si se quiere evitar que los reclusos puedan tomar las mismas;

b.4.)  La construcción de "leoneras", necesarias para resguardar la integridad de los empleados cuando debe realizar traslado de detenidos, como así también cubierta protectora de las "peceras" que evitaría se arrojen elementos  contra el celador u ocasionalmente internos que puedan estar en el lugar;

b.5.) Las habitaciones, conforme a un protocolo establecido, para acelerar la operatividad en cuanto a la VISITA  (identificación, requisa, etc.), situación que hoy causa múltiples reclamos, y además aumentaría la seguridad de empleados y personas que asista. Aclarando que el Complejo no cuenta con infraestructura de privacidad en las comunicaciones, `pues no posee los llamados locutorios para el caso de la visita que no quiera ser requisada;

 

c)

Atendiendo a las cuestiones de resocialización del recluso, es necesario estipular:

c.1.) Se debe mejorar todo lo posible las condiciones de alojamiento, para disminuir los conatos de violencia que ello pueda generar

c.2.) Se deben respetar las etapas de resocialización individualizando los internos (tipo de delito cometido, situación legal, niveles de conducta, grados de peligrosidad, etc.);

c.3.) Las sanciones para los reos debe existir y efectivizarse (bajo protocolo, sin arbitrariedades), toda vez que dañan al personal o ponen en riesgo la seguridad del establecimiento

c.4.)  Alojamiento distinto para Condenados y procesados, respetando legislación nacional e internacional, a través de normativa penitenciaria específica;

 

 

d)

Con relación al personal penitenciario y recursos materiales:

d.1.) Capacitación en un marco legal establecido, que posibilite un desenvolvimiento correcto de su función (dejando de lado toda posible arbitrariedad), en esto incluso radica la diferencia muchas veces entre un motín y una penitenciaria segura;

d.2.) Existencia de grupo o comité de crisis especializado, que pueda actuar en forma inmediata y pueda presentar respuesta a diferentes conflictos que se puedan suscitar incluso a diario;

d.3.) Debe darse un grupo especial de traslados, provistos con los elementos necesarios, y un grupo de "acción" que pueda responder ante contingencias de violencia extrema;

d.4.) Determinar si la cantidad de personal en el complejo, en la actualidad es conteste a la funcionalidad del mismo, sabiéndose de la existencia de más de (400) alojados;

d.5.)  El armamento correspondiente, debe estar presente en la Unidad, en los lugares adecuados y en forma racional, para repeler cualquier acción violenta, pero siempre como última opción, cuando toda otra medida haya fracasado

 

e)

En lo normativo se puede citar:

e.1.)Falta de reglamentación específica que responda a las necesidades penitenciarias

e.2.)Falta de protocolos internos, dirigidos a las acciones ordinarias que se deben atender como excepcionales ante contingencias extremas

 

Lo expuesto precedentemente son algunas de las cuestiones urgentes, que debieran ser revisadas, a la luz de de los preceptos estatuídos en normativas como: Constitución Nacional, Ley de Ejecución Penal 24660, Reglamento de Comunicación para los internos, Principios básicos para el tratamiento de reclusos, Reglas mínimas para el tratamiento de Reclusos; Código de ética de la Función Pública y otras.

Como conclusión transcribiré los elementos fundamentales, que me manifestaran, para un servicio penitenciario provincial: 1) Normativa específica (que se debe hacer en el marco legal), 2) Capacitación Penitenciaria (conocimiento real y certero de lo que se debe hacer);  3) Poder de acción  (Contar con los recursos necesarios para cumplir la función).

 

Lo escrito solo tiene por objeto hacer notar lo conveniente, para una PREVENCION en la actividad penitenciaria, tratándose de esta manera evitar  aquellas escenarios extremos que mantienen en vilo a toda una sociedad.  Queda la resolución en manos de las autoridades responsables de ello.

 

Comisario Mayor ® Pol. Chaco

Sec. Consejo de Seguridad Pública-S. Peña-

e-mail:

[email protected]

Contacto:03644601077.-

Memoria no me falta, tampoco cultivo odios porque es un veneno que contamina al que lo destila. Alguna vez tenía que contar esta historia, ahora es el momento indicado.

Por Jorge D. Boimvaser

@boimvaser

[email protected]

 

 

Marzo de 1976. Yo era delegado gremial en el diario "La Opinión", todos sabían a mi alrededor que mi militancia era en el PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo).  Tuve un incidente feo cuando en 1974 me crucé con Héctor Timerman (actual Canciller), y el entonces jovencito me susurró en un pasillo: "Zurdo de mierda". Le tiré un cachetazo que apenas lo rozó, pero fue corriendo a decírselo a su papá.

 

Timerman me llamó (al tipo no le gustaban los sindicalistas que peleaban por mejoras en las condiciones laborales) y me dijo que "con la familia no". Todo quedó ahí.  Cuarenta años después me doy cuenta que la violencia no es camino para lograr nada, pero entonces tenía algo mas que 20 años y la gesta del Che Guevara nos movilizaba a quienes queríamos un mundo mejor.

 

Después del golpe de Videla y su gente, la sociedad estaba feliz que llegara alguien a poner orden en medio del caos de Isabel y López Rega.

 

Jacobo Timerman me llamó nuevamente y me pidió que renunciara, que el diario me pagaría una indemnización buena, pero él sabía –me lo dijo-, que venía una etapa de represión durísima y que yo figuraba en la lista de los tipos que serían detenidos-desaparecidos. Se lo dijeron los propios militares.

 

Me fui justo a tiempo, porque después llegarían los uniformados en un camión de transporte de caudales a buscarme a la sede de Reconquista 585 y yo ya no estaba. El vehículo siguió hasta la calle Alsina, antigua sede de El Cronista Comercial, y secuestró a un compañero y amigo del alma, el negrito Demarchi.  Nunca volvió a saberse nada de él.

 

Cuando me profugué, fui a encontrarme con un compañero de militancia, el poeta Miguel Ángel Bustos, en ese entonces periodista en la revista "7 Días". Le pedí que se rajara pronto porque se venía la noche más oscura. Me lo había predicho Jacobo Timerman.  Pero Bustos no quería dejar a su mujer y su pequeño hijo. Lo secuestraron pocos días después y dicen los testigos que lo sacaron de su casa envuelto en frazadas de las cuáles chorreaba sangre.  Lo habían torturado en su propia vivienda antes de llevárselo.

 

Comencé a tocar timbres pidiendo algún lugar donde pasar las noches frías y crueles. Periodistas que hoy abogan por los derechos humanos me cerraban la puerta en la cara diciendo que nosotros (los militantes de organizaciones revolucionarias), habíamos sido los culpables que se produjera el golpe de Estado.

 

Algún dirigente del radicalismo de entonces pensaba igual, como mi ex compañero en La Opinión, Leopoldo Moreau.

 

En un encuentro casual con otro colega y amigo, Enrique Raab,  me contó que quería hacer una revista porque el Proceso tenía los días contados (un delirio en ese entonces, pero el hombre tenía su visión errónea del momento). Fue a Casa de Gobierno de la mano de un político que congeniaba con la dictadura,  le dijo al Secretario de Medios de Videla del proyecto, era una forma de pedirle autorización. El General que lo atendió (se supo años después), pidió informes de Raab, le consultó a Videla y éste respondió: "No quiero ni revistas dudosas ni a ese periodista que para colmo es homosexual". Lo secuestraron y el final que te imaginas.

 

Puedo contar varias historias similares pero no vale hacerlo.

 

El recuerdo fatídico de aquel tiempo es la cantidad de políticos y periodistas que negaban entonces que hubiera represión, tortura y desaparecidos.

 

Videla viajó a Chile y un periodista de la revista "Somos" (ya inexistente)  se abrazó orgulloso al dictador transandino Augusto Pinochet. La foto casualmente se hizo folleto y empapeló hace poco tiempo las inmediaciones de Radio Nacional, pues el interventor kirchnerista actual es aquel mismo hombre de prensa que tanto defendió al Proceso. Se llama Enrique Vázquez.

 

Parecía un crítico de la dictadura con sus columnas en la revista "Humor", pero otro periodista muy lúcido –Tom Luppo- me decía: "Caricaturizar a los genocidas es darles una fachada que tienen los humanos, es hacerlos menos crueles de lo que son".

 

Mi memoria exenta de odio es la breve síntesis de lo que estás leyendo.  Ahora cuando los genocidas están fuera de la posibilidad de retorno es fácil denostarlos y hablar pestes de Videla.

 

Pero muchos de los actuales parlanchines fueron la pata político-periodística que precisó la dictadura para su siniestro raid. Y hoy se rasgan las vestiduras como si todos hubieran sido anti videlistas de la primera hora.

 

No me lo contó nadie, lo viví en cuerpo y alma propia.


FUENTE: Diario Veloz 

Domingo, 12 de Mayo de 2013 18:35

EL GOBIERNO VS. LOS DEVALUADORES

por Periodismo365

Las corridas contra el peso, promovidas por quienes buscan una abrupta devaluación y, por ende, una depreciación de la moneda nacional que favorezca a los sectores financieros, agroexportadores y a aquellos que están posicionados en dólares, o tienen ingresos en esa divisa, responden a un modelo de país que ya ha quedado en la historia.

Una de las buenas noticias de la última década en Argentina es que, además de haberse estimulado la presencia de los jóvenes en la arena pública y el retorno del debate político, también se ha generado el espacio para salir del pensamiento económico único.
El modelo de desarrollo con inclusión actual ha introducido una disputa de ideas tan fuerte que toda la corriente económica neoliberal ha tenido que buscar nuevas explicaciones, o poner negro sobre blanco sus silencios para intentar argumentar lo que en años anteriores ellos y sus comunicadores establecieron como verdades universales que construían un supuesto "sentido común" económico.
Los debates sobre motores del crecimiento, el rol de las exportaciones, o las causas de la inflación, hasta hace poco tiempo "no tenían quien les escriba”, salvo los autodenominados gurúes de la city o los llamados economistas independientes. Pero ¿qué ha sucedido para que exista una grieta en ese pensamiento único? Varios hechos.

"Europa, que sigue con los planes de austeridad propuestos por el neoliberalismo, no puede salir de una recesión que en su segunda fase ya lleva más de dos años."El primero es que todas las políticas en nuestro país que tuvieron como ideario al neoliberalismo, nos condujeron al precipicio y caída del 2001. Ese mismo vademécum de sobreendeudamiento y caída de los ingresos de los trabajadores -es decir, tomar al trabajo como un costo y no como un factor de demanda efectiva-, llevaron a los países desarrollados a hundirse en la crisis financiera y económica más profunda desde 1930. Y, el tercer punto, es que Argentina -sin querer ser ejemplo de nadie- aplicó políticas contrarias al recetario ortodoxo y tuvo la mejor performance económica de su historia como país independiente. Por el contrario, Europa, que sigue con los planes de austeridad (ajuste) propuestos por el neoliberalismo, no puede salir de una recesión que en su segunda fase ya lleva más de dos años.
Volviendo al debate actual en nuestro país, existe en los últimos días una nueva corrida contra el peso (y van……) por parte de sectores que quieren que el gobierno realice una abrupta devaluación. En definitiva, estos procesos, amplificados por distintos medios de comunicación, buscan forzar una depreciación del peso que favorezca a los sectores financieros, agroexportadores y a aquellos que están posicionados en dólares, o tienen ingresos en esa divisa.
Respecto al positivo debate que se está dando en Argentina contra el neoliberalismo –que dicho sea de paso, no es tan frondoso en nuestros países vecinos-, vienen a cuento las declaraciones del actual presidente del Banco Ciudad y referente económico del PRO, Federico Sturzenegger, quien ha sostenido que hay que devaluar la moneda un 40 por ciento para mejorar las ganancias de los exportadores, y así aumentar la inversión y el empleo de ese sector. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Lo que queda claro es que la oposición política tiene un plan que se basa en un modelo agroexportador con endeudamiento. Un modelo como el que existe en otros países de Latinoamérica, donde en lugar de promover la industrialización se ha producido una reprimarización de sus exportaciones, impulsada por un mercado internacional con buenos precios para las materias primas y Estados que se adaptan casi pasivamente a esas señales del mercado.
"Respecto al positivo debate que se está dando en Argentina contra el neoliberalismo –que dicho sea de paso, no es tan frondoso en nuestros países vecinos-, vienen a cuento las declaraciones del referente económico del PRO, Federico Sturzenegger."Por el contrario, lo que viene promoviendo la política económica en nuestro país ha sido una política de tipo de cambio administrado, son miniajustes diarios que mantienen el nivel de competitividad y al mismo tiempo no impactan sobre el nivel de precios ni el trabajo argentino. Esto es así porque el principal motor de crecimiento es el mercado interno y no las exportaciones que sí son indispensables para obtener las divisas necesarias para pagar importaciones y hacer frente a los intereses de deuda en moneda extranjera.
Más aun, devaluar profundamente el tipo de cambio en momentos de desaceleración y recesión mundial, no va a redundar en mayores ventas externas sino en un incremento de la rentabilidad de los exportadores, es decir, cantidades vendidas similares pero a precios en pesos más altos.
Las declaraciones del senador radical Sanz ponen en palabras lo que la mayoría de la oposición piensa: que la única forma que el gobierno nacional pierda las próximas elecciones es que le vaya mal a la gente. Y una devaluación del 40% justamente tendría efectos penosos sobre la mayor parte de los argentinos.
En definitiva, en las corridas se explicita que hay sectores acomodados y sus referentes políticos y mediáticos que quieren volver a un modelo agroexportador con valorización financiera y estado ausente que, en definitiva, es un modelo que sólo puede darle trabajo al 20% de los argentinos. De esa salimos y no queremos volver.


FUENTE:Télam  
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