Luego de cuatro meses y medio de presencia de guardaparques designados por el gobierno provincial, la posesión de las tierras de la estancia La Fidelidad volvió a manos de los herederos de Manuel Roseo mediante una orden de desocupación establecida por la doctora Íride Isabel María Grillo del Juzgado Civil y Comercial 6 de Resistencia. 

Luego de cumplirse el plazo máximo del 24 de abril estipulado por la magistrada, el abogado apoderado de los herederos de Roseo, Carlos Del Corro, junto al administrador judicial, contador Eduardo Kniz, se constituyeron en el lugar para fiscalizar el estado en el quedó la zona del casco histórico de la estancia donde estaban emplazados los campamentos.

En este sentido, para el doctor Del Corro “es un manto de esperanza que se nos abre porque nos habíamos sentido invadidos por el gobierno que siempre intentó avasallar los derechos legítimos de los herederos de don Manuel”.

El abogado patrocinador de los dos hijos de Roseo, junto al administrador judicial realizaron un recorrido por la zona aledaña al casco histórico de la estancia constatando que “todo ha quedado en absoluta normalidad”.

En el lugar, se observan rastros de la actividad científica realizada por los guardaparques y profesionales que permanecieron desde los primeros días del mes de diciembre del año pasado.
Luego de cuatro meses y medio de presencia de guardaparques designados por el gobierno provincial, la posesión de la estancia La Fidelidad volvió a manos de los herederos de Roseo.

El letrado aseguró que lo que había hecho el gobierno “fue un atropello de la propiedad privada, sin ningún tipo de respeto hacia los herederos de Roseo”.

Sin embargo, manifestó que “el proyecto de creación de un parque nacional es excelente, ya que el lugar es único por sus características naturales, pero necesitamos que el gobierno cambie su actitud y que el señor gobernador se siente a hablar como corresponde para llegar a un acuerdo entre ambas partes”.

Las cosas en orden

El contador Eduardo Kniz, administrador judicial de la estancia, expresó que “fue una violación de la propiedad privada la que hizo el gobierno”, pero admitió que “siempre habrá predisposición para trabajar en proyectos relacionados con la preservación de la naturaleza que reina en el lugar”.

En este sentido, aseguró que los inspectores de la provincia siempre tendrán la posibilidad de ingresar cuando lo deseen “porque entendemos que a este lugar lo tenemos que preservar entre todos, incluso nosotros autorizamos para que permanezcan cámaras trampas en distintos puntos de la estancia, que seguramente serán monitoreadas por el gobierno”, concluyó.

FUENTE: Norte