"Esta es una política ridícula que provoca que Europa termine inundada de basura humana. Digámoslo claro: basura humana que no quiere trabajar", afirmó durante su comparecencia Janusz Korwin Mikke. El mismo diputado fue repudiado en el Parlamento Europeo en julio de 2015, cuando realizó el saludo nazi al final de una de sus intervenciones.

Janusz Korwin-Mikke, eurodiputado polaco, realizó este martes una polémica y ofensiva declaración en el Parlamento Europeo sobre la crisis migratoria en el continente. "Esta es una política ridícula que provoca que Europa termine inundada de basura humana. Digámoslo claro: basura humana que no quiere trabajar", afirmó durante su comparecencia.

"América construyó su poder porque acogió a inmigrantes que querían trabajar y no les entregó limosnas", explicó, vestido con traje de chaqueta y pajarita. "Estamos arruinando Europa y esta política es la causa de la caída de Europa»", añadió, ante la mirada de estupor de una eurodiputada. Acto seguido y visiblemente enfadada, la vicepresidenta del Parlamento, Sylvie Guillaume, le retiró la palabra.

A pesar del rechazo que provocaron en la Cámara, Korwin pareció sentirse orgulloso de sus palabras, dado que más tarde subió un vídeo de su intervención en su perfil de la red social Twitter.

Korwin es una cara conocida de la política polaca. Este año, el eurodiputado anunció la creación de un partido para presentarse a las elecciones presidenciales de su país, celebradas en mayo. En el pasado, también realizó declaraciones polémicas, al afirmar que Adolf Hitler no tuvo conocimiento del Holocausto o que la diferencia entre el consentimiento sexual y la violación era muy sutil, como recoge una bitácora de The London School of Economics. Aunque su acto más controvertido tuvo lugar en el Parlamento Europeo en julio de 2015, cuando realizó el saludo nazi al final de una de sus intervenciones.

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Pese a la expectación generada por el hallazgo de un legendario tren nazi supuestamente cargado de oro y de joyas en Polonia, hay quien cree que el "tesoro" que oculta en su interior, podría tratarse en realidad de cadáveres de prisioneros del campo de concentración de Gross-Rosen. Así lo cree Igor Prelin, veterano de Inteligencia de la KGB. Existen centenares de historias y leyendas acerca de la supuesta existencia de trenes escondidos en túneles secretos nazis.

El hallazgo en Polonia de un legendario tren nazi, supuestamente cargado de oro y joyas según la leyenda, podría ocultar en realidad un tesoro mucho más macabro o incluso peligroso. Igor Prelin, veterano de la KGB, aseguró a 'Daily Mail' que el tren podría ir cargado con cadáveres de prisioneros del campo de concentración de Gross-Rosen. "Hay una creciente sospecha de que el tren podría contener armas químicas. La idea del oro y de las riquezas es cada vez menos creíble", añadió el veterano.

Según Prelin, lo más probable es que el tren contenga armas químicas, documentos secretos y, posiblemente, cadáveres de prisioneros que eran usados por los nazis para llevar a cabo trabajos forzados en las montañas, en el campo de concentración de Gross-Rosen, ubicado a unos 30 kilómetros de Walbrzych.

Ante el avance del Ejército Rojo por Europa Oriental en 1945 , el Ejército nazi clausuró y ocultó todas las entradas a los túneles donde se encontraba el tren, deshaciéndose así de los 30.000 prisioneros que se usaron para los trabajos en esa zona, conjetura el veterano.

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Francisco fue a una óptica en el centro de Roma y generó una fuerte revolución El papa Francisco salió el jueves del Vaticano para hacer una compra personal: gafas nuevas.

El pontífice llegó al atardecer a la Optica Spiezia en la Vía del Babuino en su Ford Focus, acompañado por su guardaespaldas y algunos policías de civil. El propietario de la óptica, Alessandro Spiezia, dijo que colocó lentes nuevos en el marco de las gafas que llevaba el papa.  Agregó que el año pasado le confeccionó gafas nuevas y que a su famoso cliente le gustaron tanto que le encargó una nueva receta.
"Se suponía que yo las llevara ayer al Vaticano, pero el papa dijo a su secretario 'No, no quiero que Spiezia venga aquí; yo iré a Vía del Babuino''', reveló emocionado Spiezia momentos después que Francisco se fue con sus gafas. El pontífice, que pasó menos de una hora en el pequeño comercio, provocó una aglomeración en la calle. Francisco ha lamentado no poder salir y pasear a su gusto. Cuando era arzobispo en Buenos Aires viajaba en transportes públicos y tambien ha dicho que una de las cosas que más extraña es poder salir a comer pizza.

El papa Francisco fue a una óptica en el centro de Roma para renovar sus anteojos y sorprendió a los turistas que se encontraban en la zona. El pontífice se desplazó en auto hasta el comercio que se encontraba en vía del Babuino, muy cerca de la céntrica Piazza del Popolo.

Ya en el interior, se sometió a un examen óptico y se probó diversas monturas, mientras decenas de personas se congregaron en la puerta del establecimiento para poder verlo salir y recibir su saludo. El propietario de la tienda, Alessandro Spiezia, relató a los medios después de la visita que el Papa le indicó que solo quería "renovar sus cristales".

"No quiero una montura nueva, solo necesito renovar los cristales. No quiero gastar", indicó Francisco, según el testimonio de Spiezia.
El propietario de la óptica también explicó que el pontífice le ha pedido que le indicara el precio del servicio: "Por favor Alessandro, me dice lo que cuesta para pagarlo", le dijo Jorge Bergoglio.

FUENTE, FOTOS Y MULTIMEDIA: Siguiendo la Luz - El Universal - Periodismo365

Sucedió en el hotel Howard Johnson, junto a la ciudad canadiense Niagara Falls. Un trabajador le encontró al ser alertado por el llanto desconsolado que emitía. El bebé no llega al año de edad y fue abandonado en la habitación del hotel. La caja fuerte en donde fue encerrado era de 50x35x43 centímetros. Su familia es originaria de Brooklyn, Nueva York, EEUU.

La Policía Regional de Niagara se halla en la búsqueda de unos padres que dejaron a su bebé encerrado en la caja fuerte de la habitación del hotel Howard Johnson, ubicado en las proximidades de la ciudad canadiense Niagara Falls. Un trabajador le encontró después de ser alertado por el llanto desconsolado que emitía el pequeño.
El personal del hotel Howard Johnson, ubicado en las proximidades de la ciudad canadiense Niagara Falls aún continúa atónito e impresionado ante lo que pudieron contemplar en una de sus habitaciones.

Alarmado por el ruido de un llanto desconsolado, un trabajador responsable de mantenimiento en el hotel se acercó a comprobar qué sucedía en el lugar del que procedía. Fue entonces cuando descubrió, incrédulo ante lo que estaba viendo, que aquel llanto era el de un bebé y venía, –a pesar de no querer creerlo–, de la caja fuerte que había en la habitación del hotel .

Con unas dimensiones de 50 cm x 35cm x 43 cm, el pequeño, cuya edad se cree que no llega al año, había sido encerrado allí por sus padres antes de abandonar la habitación. Ante este suceso, los miembros del hotel avisaron a las autoridades, que se encuentran ahora en la búsqueda de los padres con el objetivo de determinar qué tipo de cuidados tenía el pequeño y cómo ha podido terminar encerrado en la caja fuerte.

"En estos momentos, no sabemos si es algo más que un accidente evitable", explicó la detective Amanda Sanders, de la Policía regional de Niagara, en declaraciones recogidas por Mirror.

Según los últimos datos recogidos en la investigación, la familia es originaria de Brooklyn, Nueva York, y se cree que la pareja fue vista viajando en una furgoneta gris de la marca Ford. Los servicios de vigilancia fronterizos ya han sido alertados y hasta el momento ninguna furgoneta que cumpla con esta descripción ha sido avistada.

FUENTE Y FOTOS: Telecinco - Periodismo365