Ordenadores portátiles existen desde hace décadas, pero junto con su masificación surgieron los problemas. El precio suele mandar, y eso en parte es bueno, pero obliga al consumidor a ser cauteloso. Cualquier equipo sirve para cualquier uso? No, veamos algunas consideraciones.
Lo primero que deberíamos tener en cuenta es la calidad y confiabilidad. En eso hay que saber que las fábricas orientan su producción según el bolsillo del comprador por lo tanto incluso las mejores marcas, salvo algunas pocas, ofrecen productos de diferente valor y por lo tanto rendimiento y calidad.
Está claro que en países no centrales se logran mayores ventas con dos tipos de equipos, los que utilizan procesadores de la línea AMD y los que usando la línea Intel, lo hacen realizando el montaje sobre placas madres de bajo rendimiento y calidad.
Pero y qué es eso de AMD e Intel? Son los dos grandes fabricantes de los procesadores que equipan la mayoría de las computadoras. AMD es más económico, por lo tanto utilizarlo permite bajar costos. Intel, si bien cuenta con líneas de diferentes niveles de precio, tiene la ventaja de ser mucho más confiable bajo condiciones extremas.
Bien, entonces debería considerar equipos con Intel? La respuesta es, ni. Es decir, si el equipo es de un fabricante de reconocida calidad, Toshiba, HP, Compaq, Dell, Sony, Apple, Acer, Lenovo (ex IBM) entonces sí, pero si se trata de marcas genéricas o ensambladoras hay que tener en cuenta que la calidad de la placa madre no suele estar a la altura de la calidad del procesador. Cuál es el riesgo? Que el equipo tenga fallas no solucionables, si ocurren durante la garantía se puede hacer valer la misma, pero pasado el tiempo se convertirá en un bonito ladrillo.
Y cuál es el problema con AMD? Que el rendimiento es menor pero sobretodo exige un cuidado especial, particularmente con dos temas: polvo y calor. Los equipos con procesadores AMD, son mucho más sensibles a producir problemas sobre las soldaduras de placa madre debido al trabajo a altas temperaturas. Por eso, un cuidado especial que requieren, es mantener limpio el sistema de refrigeración y utilizarlo siempre en ambientes que no supongan un alto stress de temperatura.
Por ahora digamos entonces, que lo ideal es apuntarle a equipos de marcas internacionalmente reconocidas por su calidad demostrada en décadas de presencia en el mercado, que sean fáciles de reparar y que utilicen procesadores Intel. Si se cumplen estas condiciones, podríamos asegurar que el equipo será prácticamente eterno, salvo factores que tengan que ver con accidentes (caída de líquidos sobre la computadora, sobrecargas desde la red eléctrica, mal estado de los cables del cargador, caídas de la computadora o similares)
Si tuviéramos que elegir a las más "gauchitas" de las portátiles, nos inclinamos por Toshiba, Compaq, Acer o Dell, en las versiones de estas marcas que equipan Intel. Si usted no tiene problema de presupuesto, Apple o HP.
La preferencia por marcas reconocidas no se debe una cuestión de estilo, son fábricas que se toman un buen tiempo para ajustar un equipo antes de sacarlo a la venta, y tienen una imagen que cuidar en un mundo de alta competencia. Además siempre es posible conseguir repuestos. En cambio las ensambladoras genéricas trabajan con placas de menor calidad, que hacen difícil su reparación y es prácticamente imposible conseguir recambio de placa madre.
Por ahora hemos centrado la atención en calidad y confiabilidad, en una próxima entrega veremos opciones relativas a las prestaciones de los equipos de acuerdo con el uso que le dará el usuario.